jueves, 12 de marzo de 2015

¡Que se ponga!

El 12 de marzo de 1919 nació Miguel Gila.

En la guerra sobrevivió a un fusilamiento y a varios encarcelamientos. Según cuenta en su libro Y entonces nací yo. Memorias para desmemoriados (1995) "Nos fusilaron al anochecer; nos fusilaron mal. El piquete de ejecución lo componían un grupo de moros con el estómago lleno de vino, la boca llena de gritos de júbilo y carcajadas, las manos apretando el cuello de las gallinas robadas con el ya mencionado Ábrete Sésamo de los vencedores de batallas. El frío y la lluvia calaba los huesos. Y allí mismo, delante de un pequeño terraplén y sin la formalidad de un fusilamiento, sin esa voz de mando que grita: "¡Apunten!, ¡fuego!", apretaron el gatillo de sus fusiles y caímos unos sobre otros. Catorce saltos grotescos en aquel frío atardecer del mes de diciembre. Las gallinas tuvieron poco tiempo para respirar, el que emplearon los del piquete de ejecución en apretar sus gatillos. Y sobre la tierra empapada por la lluvia, nuestros cuerpos agotados de luchar día a día".

¿Cómo un hombre que sobrevive a esa barbarie es capaz de reírse durante años de la guerra? No resolveremos el misterio, pero se lo agradeceremos siempre.

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