jueves, 11 de febrero de 2016

Ficción sin fianza

No, no han quedado libres, los titiriteros. Han salido de la cárcel con unas medidas cautelares inauditas: retirada del pasaporte, prohibición de salir de España y obligatoriedad de presentarse a firmar todos los días. Y eso, señoras y señores, no es libertad. La libertad sería que hubiesen salido libres sin cargos, o, al menos, con las mismas condiciones con las que están esos representantes públicos que jugaron (y se llevaron crudo) nuestro dinero, el de todos. Pongan ustedes los nombres.

Porque utilizar un cartel en una obra de ficción no es enaltecer el terrorismo. ¿O encarcelamos a todos los actores y directores internacionales y nacionales que utilizan la violencia en sus películas, con bombas, atentados terroristas, asesinatos, o violaciones, eso sí, sin fumar, que ya nos advierten que el tabaco es algo que no pueden ver los menores de 18 años?

Quien utiliza impunemente el terror del terrorismo y el dolor de las víctimas es quien amenaza, al más puro estilo “que viene el lobo”, con que si tal partido político es ETA, las manifestaciones son ETA, las posiciones políticas contrarias a la suya son ETA, los escraches son ETA, el independentismo es ETA, los titiriteros son ETA. Y ésos, personajes conocidos de un partido político en concreto, o periodistas metidos a pensadores del siglo XXI, campan a sus anchas en mítines, televisiones, manifestaciones… y delante de los niños que puedan escuchar sus mensajes.

¿Quién toma el nombre del terrorismo en vano, por utilizar un símil muy católico?

Libertad total para los titiriteros.

Ficción sin fianza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario