sábado, 7 de noviembre de 2015

Mares de solidaridad en Un rato con Núria

Mientras los gobiernos que nos representan en nuestra Europa se pelean y se pierden entre cifras y datos objetivos, hay entre 600.000 y 800.000 personas que deambulan por las carreteras o malviven en campos de refugiados, atendidos sólo a medias por algunas de las grandes organizaciones no gubernamentales.

Y mientras nadie toma una decisión última para solucionar este problema humanitario, sanitario, económico, de vida o muerte en definitiva, hay personas que han decidido embarcarse en un viaje necesario: tejer una red para intentar ayudar a quienes ya no tienen nada.

La Red Alicantina de Familias de Acogida de Refugiados, conformada por unos diez voluntarios, se creó a principios de septiembre, y a las pocas horas de su llamamiento a la solidaridad con los refugiados, empezaron a recibir tantos mensajes ciudadanos que se les bloqueó la página de facebook. Podríamos decir que, en situaciones como ésta, nuestros gobernantes no nos representan.

En apenas un mes ya tuvieron la oportunidad de enviar a dos personas a la "zona caliente" (extraña forma tengo de calificar las áreas europeas en las que el frío a punto ya está de matar a personas que permanecen en calles o tiendas de campaña). El día 15 de octubre viajaron varios compañeros más en una furgoneta cargada con material de ayuda. Su destino inicial era Croacia, pero no les dieron permiso, de modo que iniciaron su periplo por Austria, para entrar más tarde en el "destino dorado" de tantos, Alemania, y acabar en el campo de refugiados de Calais (Francia), una Jungla (que así se llama y así es) en la que unas 7.000 personas se las han apañado para recrear una especie de pueblo en la que tener casi de todo sin casi nada. Gracias a la Fundación Seur pudieron enviar varios pallets con más artículos de primera necesidad, ropa, botiquines y alimentos, entre otros. Ellos controlaron su reparto justo entre los que lo necesitaban.

Nuestro compañero Pedro Soriano, Nuria Oliva y Daniel del Ramo
Me van a perdonar tanta subjetividad en esta presentación, pero he decidido introducir así este programa, en el que Nuria Oliva y Daniel del Ramo me han contado tantas cosas y tan duras que espero que entren en el podcast y lo escuchen. Lo que han leído sólo es mi percepción personal sobre una charla intensa, con detalles de tanto calado que no los quiero desgranar aquí: son esas cosas que, o se escuchan directamente en primera persona o pueden resultar increíbles.

Y van a escuchar gestos hermosos, de esos que "reconcilian con el ser humano": niños y mayores procurando que esa Caravana Solidaria, esa Red de Acogida, supongan un Mar de Solidaridad tras cruzar ese otro, el Mare Nostrum, ya rebautizado como Mare Mortum.

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Al día siguiente de nuestra conversación acudí al Ayuntamiento de Alicante, a una rueda de prensa que la Red Alicantina de Familias de Acogida de Refugiados, con Nuria Oliva y José Ramón Samper en su representación, y las concejalas de Inmigración, Cooperación y Acción Social, Gloria Vara, Julia Angulo y Nerea Belmonte respectivamente, ofrecieron. En ella el Ayuntamiento se ha mostrado colaborador en la petición de mediación frente al Gobierno Francés que solicita RAFAR para poder acudir de nuevo a Calais y poderse situar de manera permanente en esa Jungla, para continuar con la gestión que han iniciado. Alicante, nos dicen, está preparado para acoger el cupo de 150 personas que, según los datos
objetivos, le corresponden. Sólo falta que los gobernantes españoles y europeos se pongan de acuerdo.

Por último lanzan un llamamiento a las personas, tanto en el programa como en la rueda de prensa: necesitan voluntarios sanitarios, trabajadores y educadores sociales, abogados, logistas, traductores, y material sanitario, calzado y ropa de abrigo, alimentos no perecederos... Yo también lo solicito desde aquí. Contacten con la Red Alicantina de Familias de Acogida de Refugiados si creen que pueden colaborar con ellos. Hay gente que lo necesita.

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