Cuando un miembro del gobierno de nuestro país, o del partido que lo sustenta, se atreve a criticar a otro grupo porque está reclamando que se trate por igual a todas las víctimas de un mismo
verdugo, no deja muchas palabras para calificarlo. Mi respeto hacia ese partido, gobierno e incluso persona que pronuncia tan groseras palabras, desaparece.

Llevamos mucho tiempo escuchando que no es lo mismo una víctima de ETA que una del 11-M; un muerto del bando nacional, enterrado en terreno sacro, que uno republicano, abandonado en una cuneta; y por último, como colofón del desvarío, nos cuentan que no es lo mismo una víctima francesa que una siria, libanesa, nigeriana o de cualquier otro país que no sea europeo o norteamericano.
El sábado
21 de noviembre a las 6 de la tarde, la Red Alicantina de Familias de Acogida de Refugiados,
RAFAR, nos ha citado en la plaza del 25 de mayo por la Paz.
Yo voy.
¿Vais vosotros?
¡NO A LA GUERRA!
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