¡Pillados!

Cuando pensaba que todo estaba perdido, que no hay disposición ninguna para el diálogo, y que todo son trabas (o eso nos venden), un programa de radio catalán, haciéndose pasar por presidencia de la Generalitat, con un imitador de Carles Puigdemont, ha solicitado hablar con Rajoy… ¡y lo ha conseguido! Ha ocurrido esta misma mañana, en la emisora Ràdio Flaixbac.
Escuchar al presidente del gobierno español y al imitador del catalán hablar con esa cercanía que ambos mostraban me convence de que todo esto es un teatrillo, al que el común de los mortales no solemos tener acceso, mientras nos aseguran, por activa y por pasiva, que los cuchillos vuelan, incluso a través de las líneas telefónicas.
¿Estamos seguros de que, cuando nadie los ve, no se sientan alrededor de una mesa, con unos cafés, o unas copas, y comentan las jugadas como si fuera un partido de fútbol?
¿En manos de quién estamos?
Desde este micrófono pido (¡exijo!) que los que pretenden gobernarnos, y que dicen que lo hacen por patriotismo y responsabilidad, demuestren esas dos querencias, y se pongan desde ya al tajo, que ya hemos visto que en la intimidad, sin que sea necesario hablar catalán, como dijo aquél, son capaces de hablar entre ellos sin insultarse.
Y no me refiero sólo al tema catalán: las mujeres, los parados, los dependientes, los autónomos, los escritores jubilados (todos los jubilados), los estudiantes, los artistas (toda la Cultura), los enfermos, los exiliados económicos y, en general, más de 46 millones de españoles lo necesitamos.