Cuando tu barrio se convierte en tu gran enemigo en Un rato con Núria

Más allá de protestar en la barra de un bar, cuando detectamos problemas, o buscamos soluciones, podemos acudir a nuestra Asociación de vecinos del barrio en el que vivamos.

Nuestro invitado, José María Morán Berrutti, vicepresidente y portavoz de la Asociación vecino-cultural Laderas del Benacantil del Casco Antiguo de Alicante nos da la clave de lo que supone pertenecer a una Asociación de vecinos: "se necesita tener sentido crítico, tener dignidad, tener una mentalidad progresista y social, se necesita ser ciudadano, con consciencia de pleno derecho, no súbdito, sino ciudadano con tus derechos, con tus obligaciones, con tu derecho a participar en la gestión y en la mejora de tu vida como ciudadano".

Con José María Morán Berrutti

Nuestra sociedad ha caído en una dejadez tan grande que está permitiendo que sean otros, con intereses básicamente económicos, los que decidan cómo tenemos que vivir. Así pues, damos por hecho que el progreso, la economía local, pasan por malbaratar nuestra vida cotidiana, nuestra tranquilidad, nuestro descanso, por las ganancias de terceros.

Y cuando los vecinos se ponen de acuerdo para luchar por sus derechos, algo tan básico como el descanso o la tranquilidad, y la nueva corporación del Ayuntamiento de Alicante acoge y defiende esas peticiones, las críticas saltan a la palestra de las primeras de los diarios.

Cualquiera que nos escuche tendrá claro que cuando uno llega a su casa espera llegar al descanso bien merecido tras una jornada laboral. Pero, viviendo en el centro de Alicante, la realidad toma al asalto ese deseo, y lo transforma en pesadilla. ¿Os imagináis que alguien tenga que dejar la casa en la que han vivido tres generaciones de su familia porque la vida ahí se ha vuelto insoportable? Eso ocurre. Está ocurriendo ahora y aquí, en esta ciudad a la que los fines de semana han traído ruidos, violencia, suciedad... incluso ataques personales.

Nos cuenta José María Morán Berrutti que no es que estén en contra del ocio, ni muchísimo menos. Al contrario, recuerda y reivindica otro tipo de actividades, que antes, hace varias décadas, se llevaban a cabo en ese mismo Casco Antiguo alicantino, en el que la conciliación del ocio y la vida particular era posible.

Os invito a escuchar lo que ocurre cuando tu barrio se convierte en tu gran enemigo.