jueves, 10 de septiembre de 2015

Vuelta al cole

Estamos en plena vuelta al cole. Estos son esos días en los que todos los medios nos muestran las imágenes de niños entrando en los colegios.

Os contaré una historia: mi madre no pudo estudiar, pero tenía tantas ganas que nunca ha dejado de aprender. Mi padre, maestro de escuela, ha guiado por ese camino a muchos niños. Los dos tenían una frase para nosotros, que nos repetían siempre que podían: “no os dejaremos herencia económica, pero sí os ayudaremos en todo lo que podamos para que estudiéis y os forméis en lo que vosotros queráis”.

Ellos nos enseñaron a mis hermanos y a mí que el conocimiento es la única forma de huir de la necedad. No se trataba de tener un título, sino de aprender para ser mejores personas.

Estoy segura de que, si hiciéramos más caso a los maestros que a los curas, la crisis de valores que vivimos no existiría, y seríamos capaces de vencer la otra, la económica. Y, ante una injusticia tan brutal como la que estamos viviendo, no antepondríamos la religión o el origen a la necesidad de gente que muere.

Todos los tiranos y los gobernantes mediocres nos han querido siempre analfabetos. Si queremos sobreponernos a lo que tenemos, debemos procurar que nuestros hijos alcancen la mayor cuota de conocimiento posible.





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